Si eres nuevo en esta serie empieza desde el principio... Estos relatos tienen la peculiaridad de que cada capítulo es doble, los mismos sucesos vistos desde la mirada de Alba, una chica muy especial y la de su Jefe, una mente más perversa pero que provocará que Alba se llene de vida...
Te dejamos el enlace del primer capítulo para que empieces desde el comienzo y te enganches... Capitulo 1 - Jefe
No sabía si lo estaba haciendo bien, pero había dicho mi nombre, y eso para mí era tan especial, que si había que cometer una locura, tenía que ser aquella.
Extendí mi mano esperando su reacción pero se quedó quieto, impasible, quizá asombrado de mi reacción y yo… inmóvil. No podía levantar la mirada, no es que no quisiera, es que no podía. Estaba inmóvil como una estatua y la mirada en sus pantalones, lo justo para ver sus movimientos pero sin ver sus ojos; pero no sé qué fue peor, porque su sexo empezó a crecer debajo de la fina tela del pantalón. Se marcaba todo perfectamente y según crecía más aún. Lo que hacía unos minutos veía desde mi escondite, ahora lo tenía bien cerca y apreciaba su tamaño, su grosor y hasta el pliegue que el final de su glande formaba.
Mi pensamiento sólo pudo ser: “Oh Dios” y apreté los labios para no decirlo en alto, pero seguía inmóvil, pensando que tenía que borrar cualquier pensamiento de mi mente o me correría allí mismo sin que me rozasen siquiera.
Cerré mis ojos para concentrarme en no hacer nada cuando sentí sus manos en la mía. Nunca me había tocado así, nunca me había cogido la mano y menos de esta forma, sus dedos deslizaban sobre mi mano como un escalofrío, amable y a la vez intenso, protector, delicado y firme a la vez, arropaba mientras me robaba las braguitas que le entregaba… y claro, ocurrió…
Ese escalofrío que empezó en mis manos subió hasta mi nuca y automáticamente un latigazo surgió desde mi desnudo sexo, apreté fuerte las piernas rezando para no empaparme. Mordí mis labios para no gemir y contraje todo mi cuerpo para evitar que se apreciase esa pequeña vibración que de forma incontrolable luchaba por mostrar mi placer…
— Tranquila — me dijo — lo que acabas de hacer es quizá uno de los gestos de generosidad y atrevimiento más grandes que nunca me han regalado, y eso que se supone que el cumpleaños es el tuyo
No supe si se había dado cuenta de que me acababa de dar esa puntilla o simplemente se refería a las braguitas, pero me sentí acogida, sin miedo a expresarme, sin miedo a mostrar que era el hombre de mi vida y mi mano se abrió para darle esas braguitas como si dijese… el regalo soy yo
— Pero… sigo pensando que no sé qué contestar… ¿no querrás que enseñe las braguitas mojadas si alguien me pregunta qué te he regalado?
....
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No dejes de leer la versión desde el punto de vista del Jefe de estos mismos acontecimientos: CAPITULO 2 - JEFE
Excelente, y muy caliente 🔥
Muchas gracias Erre por tu comentario… la de Alba es una historia que tengo que seguir y estos comentarios animan a ello