Hace no demasiados años ser madre soltera o separada era algo complicado, y ahora... también... jajaja. Es cierto que el mundo avanza y que nadie me mira como si vendiera mi cuerpo, pero da igual, hacer de madre y de padre a la vez, de taxista, de cocinera, de ama de casa y de vez en cuando de profesora por no decir mil cosas más, te deja agotada... y de un agotamiento de esos que no puede compensarse con un buen día de sueño, simplemente es como si mi vida se pusiera en modo OFF.
Asi ha llegado el verano y aquí estoy: sin bañador y con el niño diciendo que quiere ir a la piscina de la urbanización mientras se sube por las paredes. Y eso que hoy estoy de suerte porque se adelanta con la madre de su amigo y al menos voy a tener tiempo para arreglarme un poco antes de lucir este cuerpo que... bueno... ya no es lo que era.
Madre mía, aquí estoy, con 35 años y mirandome al espejo, poniendo posturitas medio desnuda intentando sacar culo y llenar la parte de arriba de un bikini heredado de mi vecina y dandome cuenta de que mi precioso culo se esconde debajo de la vida....
— ¿DONDE ESTÁ MI CULOOOOOO? — al final tengo que hablar conmigo misma porque me estoy volviendo loca
— Yo lo veo bastante bien...
— ¿quéeeeeeee?
No puedo creerlo, por favor que no sea cierto... Acaba de entrar el vecino, el padre del amigo de mi hijo... y yo enseñandole mi culo. Pero es que intentar taparme ha sido peor porque le acabo de enseñar mi desarreglado pubis intentado esconder mi culo... ¡¡QUÉ VERGÜENZAAAA!!
— ¿¿¿Pero qué haces aquí???
— JAJAJA... perdona, estaba la puerta abierta y entré pensando que estaríais aún todos aquí, me ha dicho el portero que mi hijo estaba aquí y que bajabais a la piscina
Madre mía... y ahora qué hago. Se ha quedado en el pasillo y tengo que pasar delante de el para ir al baño y no tengo nada con qué taparme... y... como salga con un cojín voy a estar más ridícula aún...
— Están abajo ya, te los has tenido que cruzar, seguro que han bajado por las escaleras... y dejando la puerta abierta, claro....
— Jajajaja... me temo que si, pero me alegro, hace que el día sea muuucho más interesante.... — termina de decir asomandose de nuevo a mirarme...
— ¿qué haces?
— tranquila, ya he cerrado la puerta — un escalofrío me recorre de lado a lado erizandome la piel — ya sólo puedo verte yo...
No se cuanto llevo en silencio, no se cómo he llegado hasta aquí, pero si se que el pánico me ha paralizado, no se cómo reaccionar por un lado a esta excitación que tengo en estos momentos y por otro a esta vergüenza que deja mis capacidades por debajo de cero... pero es que el no hace otra cosa que mirarme y esa seguridad me atrae tanto como me intimida... y además... está casado con mi vecina y es el padre del amiguito... bufff. Le miro y mis pensamientos van tan rápido que no me puedo seguir a mi misma. Es alto, con un cuerpo bonito, ni de gimnasio y delgaducho. Se cuida, está claro y tiene esa mirada penetrante que madre mía. Sus gestos, ahí apoyado en la pared, tan tranquilo ante una situación tan... excitantemente extraña...
— No te quedes ahí, por favor...
— ahhhh... perdona...
— NOOOOOO!!!... no te acerques a mi!!!... osea, quiero decir... VETE!!!...
— a mi, me parece una situación excitante ¿no te gusta saber que te deseo?
— no, osea, bueno... es que.... — se está riendo de mi... y me pone nerviosa... — VETE JODER!!!, eres el marido de mi amiga...
— y si te dijese que somos una pareja abierta y que mi mujer le gusta que lleve otra mujer para.... comer los tres....
— ¿quéeee? — creo que mis ojos se van a salir de sus orbitas...
La situación no puede ser más rocambolesca. Estoy medio desnuda, con una mano tampando mi pubis, otra mi pecho, que tiene la parte superior del bikini puesto por lo que parece que hago el idiota, con las piernas medio cruzadas y echando a un hombre que quiere hacer ¿un trío? ¿conmigo?. Si yo, ahora mismo, con tener un orgasmo ya sería feliz... ni me acuerdo de cuando alguien me tocó...
— aunque si prefieres tenerme para ti sola, puedo también quedarme ahora un rato más...
— ¿quéeee?... osea... pero... JODER, NO TE RÍAS DE MI!!
— Jajajaja... no me río, al menos no de ti, pero reconoce que estás graciosa
— ¿graciosa?. Mira, estoy desnuda delante de un hombre atractivo que me está invitando a tener un trío, algo que jamás se me había pasado por la cabeza. Intentando taparme el coño porque lo tengo sin depilar ante un hombre, algo que por cierto no pasa desde hace ya ni me acuerdo, pero que se a colado en mi casa y no puedo pasar a vestirme porque tendría que pasar por delante de ti, paralizada y... y... y...
— ¿excitada?
— pues... SI.... joder... si, ¿qué pasa? — dime que no he dicho eso por favor......
Me mira mientras yo apenas puedo levantar la mirada de sus pies porque no sabría cómo mirarle. Siento mis mejillas rojas, ardiendo...
— ¿sabes una cosa?. En todo lo que has dicho...
— ¿si?
— hay algo en lo que tengo que darte la razón — hace una pausa y yo levanto la mirada, me está mirando y se me acerca lentamente — si vienes esta noche, tienes que tener tu pubis arreglado...
Ahora si que quiero morirme... ¿de verdad he hablado de la selva amazónica que es ahora mi pubis?
— Vete, por favor... — me acabo de girar ya sin importarme si me ve el culo o no, no puedo más de vergüenza, nunca me he sentido tan... tan... tan poco preparada para algo
— Al contrario, creo que deberías dejarte ayudar...
No me atrevo a preguntar. ¿ayudar? ¿a qué? ¿a follar? ¿doy pena? por favor que se vaya ya...
— ahhhh!!!!! — doy un salto del susto que me ha dado rozando con su mano mi espalda — ¿qué haces?
— no te asustes, en serio — me coge con fuerza del hombro y me gira.
La parte buena es que está tan cerca que desde ahí no me puede ver, la parte mala es que está tan cerca que puede oir la velocidad a la que late mi corazón... y me voy a correr sin que me haya tocado nada más que el hombro.
Sus manos son firmes pero a la vez siento cómo sus dedos se mueven como acariciando mi piel, me tiene medio abrazada y a la vez mantiene su posición sin invadir más allá de lo que ya ha hecho, claro que me tiene completamente descolocada, podría follarme y creo que no me daría cuenta hasta que no pasasen dos horas.
Discurren unos segundos en los que aún no se qué hacer, pero me da tiempo a respirar.
— aún no sabes nada de nosotros en este aspecto, pero lo cierto es que nos encanta el sexo oral... y a mi me importa menos, pero verás que Alicia disfruta como nadie de lamer a una mujer, pero con la condición de que su pubis esté arreglado, no le gusta cruzar su lengua con ningún pelo y a mi... a mi me gustaría arreglarte AHORA!!...
QUEEEEEEEEE???????... ese ahora resuena en mi cabeza que parece el eco, una y otra vez.. ¿ahora? ¿arreglarme el?
— QUÉEE???? — doy un paso alejandome de el y diciendo lo que voy pensando sin pensar — ¿estás loco? ¿que quieres que me abra de piernas así?
— la verdad es que así... no. A todo en esta vida hay que darle un poco más de emoción.
No se qué siente el, pero si la verguenza no es emoción... como me emocione más, voy a morir, aún no puedo procesar todo esto...
— además — se está quitando la corbata mientras habla — te vendrá bien perder la vista para poder pensar en todo, no creo que seá fácil de procesar todo esto de golpe..
Es lo único que ha dicho que tiene sentido... un momento... ¿me va poner la corbata en los ojos?
No he dicho nada, no he podido articular palabra, pero siento que sabe lo que hace. Porque al tapar mis ojos, por alguna razón, me he relajado y he podido sentir sólo la excitación... sin preocuparme de nada... me ha cogido como cuando entras por la puerta con la novia, con tanta fuerza que parecía que solo pesaba 20 Kg . Me ha colocado en la mesa del comedor y he sentido el frío del cristal en el culo... ha sido extraño y excitante. Sólo escuchaba su voz y el latido de mi corazón, pero no verle no me hacía pensar en cómo estaba yo, es extraño, porque lo se todo, pero no lo pienso y se que un día normal habría protestado... ¿sobre el cristal?¿que abra las piernas?¿las manos atras?¿para qué?....
Me sigue dando un poco de vergüenza haberme corrido en cuanto ha tocado mi sexo, pero no he podido evitarlo, decía que mis labios le gustaban, que los tenía rosados, apretados... que mis pliegues seducían y que quería probar mi sabor... y sólo ha rozado mi clítoris... me he corrido. Mis piernas han intentado cerrarse, pero no me ha dejado, quería verlo todo, cómo salían gotas de placer y cómo mojaba el cristal... y me acariciaba y mojaba todo a mi alrededor. Era cómo tener un orgasmo continuo, sin descanso... no podía parar de sentir y el jugaba con mi cuerpo...
— Follame, por favor — le he dicho sin ningún complejo — Follamé....
— No... aún no, esto es sólo para prepararte
"chassss". Ha golpeado mi sexo suavemente. Una palmadita... pica, nunca nadie me había hecho algo así... es ufff... tan extraño como excitante....
Escucho sólo las tijeras recortando el pelo de mi pubis y siento sus manos recorriendome, haciendo lo que quiere conmigo... me está volviendo loca, es como si me masturbase alguién pero sin hacerlo... y le escucho decirme lo bonita que soy y lo bien que me estoy portando tan quieta. Lo hace tan bien, no pienso moverme además de que podría hacerme daño con las tijeras.
Luego ha empezado a pasar la cuchilla, pero ha parado al poco para ir a buscar un hielo... MADRE MIA... el hielo recorriendome... mojandome toda, calmando mi irritación según el, pero realmente excitándome MÁS Y MÁS...
Ya he perdido la cuenta de cuantas veces me he corrido... pero no puedo más. Ha dejado dibujada una forma extraña con un pelo muy muy rasurado y ha depilado el resto.... y se va... y escucho mi nombre... una y otra vez...
...
— Pero... ¿se puede saber qué te pasa?
— ¿Cómo?
— ¿Donde estás?, ¿en qué demonios piensas que tienes una sonrisa más tonta?
— ¿cómo?...
— que en ¿qué piensas?
De repente mis ojos vuelven a ver... estoy en la piscina y mi vecina está delante de mi... mojada, sale del agua con ese precioso cuerpo que tiene lleno de curvas y que la verdad, tanta envídia me da... estoy mirando fijamente a su marido... pero con la mirada perdida...
— nada, en que tengo que depilarme para bajar a la piscina... así de tonta soy...
— me encanta el tacto mi pubis cuando me afeito, así todo suave, es una de esas cosas que me gusta hacer... — me salpica jugando conmigo para despertarme — ¿porqué no vienes a cenar? el otro día nos quedamos hablando en la terraza y estuvimos comentando que faltabas tu y esa mente que tienes que tanto me gusta...
¿en serio? ¿le gustan afeitados? ¿comentaron sobre mi?... ¿soy vidente acaso?... ¿me depilo?
Toda una sorpresa!!
Me gusta tu forma de escribir y el final sorpresa. Y si aceptas una crítica, me hubiera encantado un poco más de descripción del momento en el que la está afeitando, me quedé con ganas de algo más salvaje.
En cualquier caso, ya tienes una lectora asidua más.
Gracias
Gracias a ti Cris por la crítica. No sabes lo que agradezco que aparezcan comentarios y más aún cuando me dais vuestra opinión sincera.
Tomo nota y quizá lo corrija