Sus dedos entraban en mi boca, lentamente, haciéndome saborear su piel, su deseo de verme adorarle, despertando mi imaginación y dejando a mi imaginación tomar el control y pensar donde irían tras mi boca.
Él dejaba que mi lengua los recorriese , que los envolviese en mi deseo, que mi mirada se intensificase. Pero aquello era un juego de seducción y yo lo sabía. Si los succionaba demasiado pronto, los sacaría. La calma reina en todo lo que le rodea y yo debía acompañar su forma de amar con mi mejor versión, encajar en ese pensamiento. Encajar... qué bonita palabra y qué ganas de que eso ocurra.
Ese simple pensamiento de trenzar su cuerpo con el mío me hizo besar sus dedos, recorrerlos con mi lengua, acariciar la punta de aquella mano de la forma más juguetona que tenía, dejar que profundice dentro de mi boca a su antojo y mostrarle mi deseo de que no salga a no ser que haya conseguido que desee un beso.
Si cerraba mi boca a su alrededor el lentamente salía, si aflojaba mi deseo de retenerlo, el entraba y jugaba conmigo... Es su filosofía, es su forma de entender la libertad e inconsiente o conscientemente disfruta de ese juego. Si lo quiero retener se aleja, si simplemente juego, se acerca y busca su lugar...
Me gustaría decir que mi mente puede desconectar en esos momentos con más facilidad, pero no es así, mis inseguridades salen y preguntas como "¿le gustará?, ¿le gusto?, ¿me desea? o ¿estará disfrutando?" salen sin que yo las invite a dominarme... y es en esos momento cuando su otra mano se acerca a mis mejillas y me relaja. Me obliga a querer que esto no acabe nunca, a sentirme parte de ese cariño, a sentir ese deseo de ser yo con él....
Y cuando todo parece fluir... todo se detiene. "Siente!!" me dice y yo sólo veo sus manos alejarse mojadas de mi. Brilla mi saliva en su piel y mi mirada le dice quiero más.
Son manos grandes, fuertes y a la vez cuidadas, son manos que pueden apretar tu carne y anudar ágilmente un nudo. Las venas se le marcan cuando se excita o cuando escribe y sólo puedo pensar en que yo quiero que las use sobre mi cuerpo, que meta esos dedos entre mis hombros y los tirantes que sujetan el vestido, que desabroche esa cremallera que llevo a la espalda, que arranque mi ropa interior sin poder controlarse...
Se que la mayoría de este mundo no entiende esta tendencia sumisa que tengo, se que muchas mujeres, y en especial una de mis mejores amigas dirían: "levanta de ahí y vete a por él... toma las riendas y bésalo, y si él no lo quiere así es que no lo vale", pero no entienden que esa opción es mía, que disfruto tanto de esta calma, de esta espera, como del momento en el que nos fundimos en uno.
Me encantaría que viesen cómo le provoca ver esas gotas de placer que surgen lentamente de mi sexo mientras arrodillada ante él siento su presencia, su control, su paciencia para dejar que aumente mi placer y mi deseo de ser poseida, si leyeran mi sentimiento... porque da igual cuantas veces lo intente explicar, se tiene que sentir para entenderme... y también se que no todo el mundo tiene una mente lo suficientemente abierta como para probar algo tan desconocido... algo que exige paciencia hasta encontrar esa "media naranja" tan ácida y a la vez tan dulce.
Es complicado descubrir alguien que disfrute con tu mente y con tu cuerpo, es complicado descubrir a alguien que goce con tu goce y a la vez quiera controlarlo, quiera usarte y te quiera... con libertad, con firmeza, con dulzura y a la vez con fuerza, sin complejos, sin miedos, sin esconder sus deseos por ocultos que sean... que tiren de tu pelo sin pedir permiso y lo confirmen al escuchar tus gemidos de placer, que hundan sus dedos en tu sexo sabiendo que gozarás, que te desnuden mirando como él mira, que...
CHASSSSS...
Un azote rompe todos mis pensamientos... se que cada dedo de su mano ahora es una marca roja en la blanca piel de mi culo... y me gusta. Al contraerme siento cómo mi sexo se empapa, cómo mojo sus manos sin saber cómo estoy ya a arrodillada sobre la cama con las manos en el cabecero y mostrando mi culo y mi sexo a placer. Tan expuesta que podría ser obsceno... pero no lo es, tan simple como un desnudo y tan complicado como el deseo que me invade de ser invadida. Puedo sentir en mi sexo el latido de mi corazón... bummm bummm...
Sus manos giran sobre mi pelo y se enreda en mi para tirar de mi — AAAhhhh — gimo incontrolada abriendo la boca más de lo normal y manteniendo la postura que me obliga...
Una mano baja por mi espalda dibujando un surco entre mi sudor, aprieta fuerte recorriendome, provocando un escalofrío mientras no deja de tirarme el pelo. "CHASSSSSS...." — un nuevo azote me contrae
Su sexo roza el mio, su mano tira de mi provocando que ese roce sea ya evidente, siento su calor en mi sexo, siento su dureza y su suavidad y vuelven sus manos a recorrernos... siento cómo se toca mientras me toca, siento cómo esos dedos se divierten conmigo, cómo pellizcan levemente mi clitoris mientras la punta de su sexo juega a abrir las puertas de mi DESEO... me empapo otra vez... ni siquiera se cómo puedo aguantar ese suave dolor de llevar tanto tiempo tan excitada, cada roce se siente más y más, como si no hubiera un final y a la vez como si no fuera posible llegar tan lejos...
Sus dedos se separan y tiran junto a mi pelo hacia él, tanto que su miembro entra hasta chocar conmigo, dentro de mi, en lo más profundo... un latigazo de placer, de dolor, de sentimiento. Mi sensibilidad ya no es nada conocido, estoy agotada y no puedo parar, quiero más. Grito.... grito su nombre porque lo deseo tanto que tiene que saberlo, algo me ha preguntado y sólo se decir su nombre una y otra vez. Soy suya, soy suya porque así y sólo así soy yo... GOZO... GOZO y me siento parte de su placer. Sólo yo puedo darle este sentimiento, sólo yo...
Un chorro de placer me inunda empapando todo a mi alrededor mientras él sigue entrando y saliendo de mi, la vergüenza de estar mojando todo no aparece en mi, solo siento su placer tirando de mi, entrando en mi.... y empiezo a temblar, no puedo controlarlo, los brazos me fallan, las piernas no me sostienen y me caigo sobre la cama mientras gimo y respiro acelerada...
No se si he perdido el conocimiento o es un sueño, pero tengo una mano grande, cuidada, de las que pueden hacer un nudo y apretar todo tu cuerpo acariciando el sudor de mi pecho... jugando con mis pezones... me gustan sus manos... me gusta que hagan todo lo que saben hacer...
Cojo sus dedos, las miro, las abro, las beso... abro los ojos... y la realidad está ahí:
Me hago consciente... me doy cuenta de que estoy con mucha gente alrededor, consciente que ni siquiera he tocado esas manos, soy consciente que simplemente las ha puesto sobre su cintura, cerca de su sexo, cerca de mi deseo, pero no es su cuerpo, son sus manos... las he mirado, sólo las he mirado.
Subo la vista, y me mira más allá de lo que los ojos ven. Sé que sabe lo que acaba de pasar... que se ha dado cuenta de que sus manos acaban de follar mi mente... de que podría entregarme ahora mismo a su servicio... sonríe y veo su boca, su sonrisa, su carisma... ya estaba rendida, vuelvo a mirarle...

0 comentarios