Mesa de madera de tabla gruesa, de esas que antiguamente estaban en las cocinas de los pueblos y que ahora son objeto de culto para los salones más sofisticados, rugosa en comparación a la piel desnuda que tumbada sobre ella contrastaba con su color…
El vello depilado permitía que las sombras que generaba ese monte de Venus jugaran con las miradas, que sólo eran vencidas por los pliegues de aquél sexo húmedo y que esperaba entre pequeños espasmos a ser rozado hasta la desesperación…
“shhhhhh” sonaba mientras los dedos jugaban a acercarse a ese clítoris excitado por la simple idea de saber que antes o después llegaría un pellizco o una palmada suave y a la vez punzante…
Las uñas se clavaban en la madera para obedecer aquellas injustas instrucciones que le impedían tocarse a sí misma y que a la vez le permitían sentir que no le habían mentido, que la excitación sería mayor si le regalaba ese tiempo… pero el tiempo se alargaba desde que entró por la puerta, desde que le dijo esas palabras, esa petición de confía en mí y descubrirás ese mundo que estás deseando conocer…
El ambiente era cálido y romántico a la luz de tantas pequeñas velas que llenaban de parpadeos la habitación, pero a la vez, la estancia inducía una extraña sensación de morbo, algo prohibido, quizá el olor, quizá la música de ambiente, quizá simplemente saber que estaba en sus manos y que su pensamiento no era tradicional, siempre al límite entre lo placentero y el deseo perverso.
Y así empezó todo… mientras veía cómo le descalzaban, mientras sentía cómo sus pies se convertían sin apenas conversación en objeto de tus manos. Los muslos a su alcance y las piernas sin saber si abrirse para abandonarse desde ese instante o luchar por algo que era absurdo luchar… el control de aquellas sensaciones
Pero todo tiene su ritual cuando estás con él… todo tiene su razón y su momento y ese encuentro no sería diferente, aunque fuera el primero en el que todo podía pasar…
Un antifaz en los ojos para resaltar el sentido del tacto, la contradicción de quitar un sentido para envolverse en el mundo de los sentidos y la sensación de que todo fluye…
El tacto de la mesa por primera vez en sus manos mientras siente cómo está ya desnuda sin saber si la ropa está puesta o no… y el calor de unas gotas de aceite sobre su vientre y sus piernas…
La piel se escurre entre sus manos, las sensaciones se vuelven intensas, su voz suena fuerte dentro de ella, es lo que más desea, que esa voz forme parte de lo que oirá siempre, parte del recuerdo y parte del futuro… y entre tanta paz la excitación de verse allí, espasmos incontrolados en su cuerpo le hacen ver que aquello puede ser romántico y a la vez excitante… la vergüenza se mezcla con el deseo de que aquello no acabe y la mente se olvida de todo mientras busca la forma de no olvidar nada…
Otro pequeño espasmo, incontrolable con aquellos pellizcos, con aquella presión, con esa invasión de tu cuerpo suave e intensa, lenta y rápida, fuerte y romántica… siguen las incongruencias pero qué más da… no es un mundo normal, es sólo ese mundo en el que todo puede ser posible…
Su boca ve rota la respiración cuando los labios encuentran otros labios y las manos despegan de la mesa para rodear la cabeza de su amante y sentir ese pelo entre los dedos, para alargar el beso… para hacerlo eterno… para respirar…
Los labios acaban despegándose, las manos vuelven a la mesa, pero esta vez atadas por encima de la cabeza, la boca vuelve a respirar inquieta por la nueva postura, expectante… excitante y excitada…
El frio de un hielo en su pecho, endureciendo los pezones mientras el calor del cuerpo derrite su interior, mientras gotea sin control…
La humedad será más incontrolable aun cuando sea ese hielo el que viole su cuerpo hasta lo más profundo, cuando su placer se vea desbordado como precedente a lo que entrará después…
La respiración se vuelve gemidos, los sonidos sólo la hacen sentir cómo su acompañante se desnuda, y cómo se acerca de nuevo a ella…
La altura de la mesa es perfecta para entregarse y los pies se apoyan en el borde de la mesa mostrando las ganas de que se conviertan en uno sólo… “FOLLAME” dice su mente, “FOLLAME” dice su boca, “FOLLAME” dice todo su cuerpo contoneándose y buscando seducir de cualquier forma posible y la respuesta no podría ser otra…
Aquella polla entraría dentro resbalando hasta el fondo de su cuerpo a velocidad constante, eterna sensación recorriéndola por dentro, abrazando a ese miembro que posee todo su instinto.
Las piernas intentan atrapar el momento cerrándose para no dejar escapar lo que acaba de entrar, pero la fuerza de sus brazos empujando las rodillas de nuevo hacia la mesa combinado con el movimiento hacia atrás del cuerpo hace que de nuevo se quede su interior vacío junto con la exhalación de un nuevo gemido.
BUMMMM de nuevo aquella polla entra dentro antes de que el gemido acabe y de nuevo el cuerpo se conmueve entero contrayéndose desde dentro mientras escucha ese “AHHHHHH” largo que suena tan intenso como la polla que se abre camino una y otra vez sin pausa
La intensidad sube, la velocidad aumenta y sólo sale definitivamente para romper sobre la piel de la que ansía recibir ese regalo…
“Tenía ganas de conocerte“ se termina por oir…