Este relato viene de: DESNUDA

Sumisa atada con collar

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Mi cuerpo permanecía inmovil, mis ojos fijos en los suyos y los suyos clavándose por fin en mi... cuantas veces había deseado esa mirada, cuantas veces habría soñado con ella, cuantas veces mi instinto me había hecho imaginarme arrodillada ante ese ser que rozaba mi piel con fuerza y delicadeza. Aún la palabra "Desnúdate" recorría mi mente mientras empezaba a ver su placer, a ver cómo mi piel en medio de aquél escenario le excitaba.

— ¿Sabes lo qué me gusta?

— Se que tenías ganas de tenerme expuesta ante ti

— Es algo más lo que quiero

— Lo se — contesté mientras mi piel se erizaba imaginando algo inconcreto

— ¿Estás dispuesta a satisfacerme?

Esa frase hizo que me temblaran las piernas, era exactamente lo que deseaba, que sacase ese lado oscuro que todos tenemos y que sólo había intuido que lo reprimía... tanto tiempo juntos y tanto tiempo reprimiendo lo que nos invadía a ambos

— Quiero llegar tan lejos como pueda... — no se porqué pero no me atreví a llamarle "Amo" pero me apetecía

— Nos conocemos desde hace mucho tiempo, pero aún no conocemos esto que nace en ambos — hizo una pausa colocando sus ojos enfrentados a los míos a escasos centímetros — no volveremos a ser amigos.

— Pero seremos otra cosa, ¿no?

— Solo si quieres servirme en mis perversiones

Bummmm.... fue como una bomba que estalla dentro de mi alma. ¡¡Servirle en sus perversiones!! hasta la forma en la que sonaba era elegante.

— Quiero hacerlo

— Dilo completo, las frases deben ser claras y afirmativas

— Quiero servirte en tus perversiones...

Daba vueltas a mi alrededor observando mi cuerpo y al decir aquello me azotó con sus manos... CHASSS... sonó en mi culo. No lo esperaba y la verdad es que no dolía, era morboso, excitante, increible sentir algo de forma tan distinta, tan intensa

— Trátame con más respeto — dijo justo después del azote

— Quiero SERVIRLE en SUS perversiones — grité haciendo énfasis en el "usted"

— Aun no conoces todas las perversiones que tengo

— Se que le gusta el sexo duro, pero que lo reprime

— ¿Quieres que te FOLLE?

— Si... quiero que me FOLLE

— ¿Y por qué no lo suplicas?

— ¡¡ LE SUPLICO QUE ME FOLLE !!

— Arrodíllate si realmente lo quieres...

Sin dudarlo un segundo me arrodillé ante el, la sensación de caer sobre aquella manta, el suelo blando por debajo, la brisa en mi cuerpo, su mirada... todo era increiblemente intenso y me estaba empapando de placer con gestos se sumisión, apenas me había tocado fuera de un roce en mi piel y ese azote...

— Baja más si deseas excitarme más... — añadío

Mil veces había entrado a leer relatos eróticos de sumisión y sabía que el habría hecho lo mismo asi que adopté una de esas posturas que había visto antes, los brazos por delante la cabeza en el suelo y el culo alto, ofreciendo mi alma y mi cuerpo, sometiendo mi mente a lo que el deseaba.

Se quedó inmovil a mi lado varios minutos... sin decir nada.

Mis pensamientos fluían una y otra vez, deseaba que me usase, deseaba que se excitase e incluso aquellos pensamientos que había tenido hace minutos ahora me parecían lejanos... el miedo a que alguien me viese, ahora se transformaba en deseo de que ese riesgo le excitase... dejaba de pensar en mi para sentir placer, placer por ver cómo me deseaba, placer por sentir que me iba a usar... MADRE MIA!!. Cómo podía pensar así en tan poco tiempo, era una transformación instantanea y deseaba adorar a un hombre al que un día atrás sólo era un misterioso amigo con el que fantaseaba de formas extrañas...

Empecé a oir ruidos, empezó a moverse y se puso ante mi.

— Mira mis pies

Levanté un poco la mirada y vi sus pies descalzos ante mi, no llevaba pantalones y al intentar subir la mirada para ver su sexo, con fuerza clavó mi cabeza en el suelo

— No te he dado permiso para que sigas subiendo la mirada

Si alguien me hubiera dicho que esas palabras me causarían placer no le hubiera creido, pero dichas asi, por el, en ese preciso momento... ufff... sentí tanta excitación que mi sexo me dolía... quería sentir su polla dentro de mi y mis impulsos más básicos salían como atropellados liberando tantos años de represión sin saber que los estaba reprimiendo hasta ese punto

Con mis manos toqué sus pies y bajó la presión lo suficiente como para que me acercase a sus pies y le dí un tímido beso... no pasó nada y le di otro beso y otro más grande... y lamí su piel. No me lo podía creer, estaba lamiendo sus pies como si fuera un animal y aquello me emocionaba, me daba PLACER. PLACER con mayúsculas.

— Eres una perra... eres una perra y no lo sabías ¿verdad?

JODER!! es cierto... me estaba comportando como una perra en celo... es la primera vez que me llamaban algo así y entendía aquello como un piropo...

Sentí cómo me agarraba del pelo y tiraba hacia atrás obligando a levantar mi cabeza y a mirarle...

Estaba desnudo, excitado, empalmado con una tremenda excitación y mi sonrisa no era mayor porque con el tirón de pelo no tenía sitio para todas las sensaciones que debía procesar en ese momento...

— ¿quieres ser mi perra? ¿quieres tener un Amo que te cuide y te de su leche?

En ese momento no supe si ladrar, si lamerle o si contestar... pero mis piernas empezaron a temblar. No era frío, ni un orgasmo, era un nerviosismo excitante, una liberación y a la vez miedo a lo desconocido, devoción, tensión, saber que esto me desbordaba y que no podía parar de desear más y MÁS....

— Si mi Amo, deseo ser su perra

— MAS ALTO — gritó

— SI MI AMO, DESEO SER SU PERRA

Me soltó el pelo, se dió media vuelta y sacó un collar de cuero negro de su mochila... un escalofrío me recorrió por completo al verlo. Todo iba muy rápido pero no había otra cosa que desease más que sentir la presión de aquello en mi cuello y ver cómo me convertía en... ¿una perra?, ¿en serio podía estar sintiendo tanto deseo?... soy una mujer inteligente, con un puesto de trabajo de responsabilidad, con gente a mi cargo... y ¿quiero ser una perra?. La sensación no creo que mucha gente pueda entenderla, pero me importa muy poco ahora lo que nadie pueda pensar de mi... LO DESEO CON TODAS MIS FUERZAS

— Buena PERRA, buena PERRA... — me acariciaba las mejillas y la parte baja de la cara y... madre mía... aquello me daba escalofríos, verle desnudo, empalmado de esa forma ante mi, mientras sólo deseaba chuparle la polla a mi Amo... buffff....

El collar en una mano mientras la otra me recorría desde la cara por todo mi cuerpo... mis brazos apoyados en el suelo, mi espalda, mis tetas, me acariciaba rápido, acariciando al animal que residía en mi... ¡¡INCREIBLE!!. Increible sentir cómo mi propio instinto me hizo apoyar mi cuerpo sobre sus piernas y cómo azotando mi culo llegó a mi sexo empapado....

— Así me gusta, mi perra en celo.... — decía mientras clavaba sus dedos en mi...

La sensación fue sorprendente, porque aunque la excitación era sublime, mi mente estaba en el apoyo de mi cuerpo sobre EL... sentir su satisfacción tocando mi cuerpo...

Sin saber cómo o cuando, me había puesto el collar y su polla se clavaba fuerte en mi, tirando de mi cuello, dejándome sin respirar en cada embestida, acompasando mi orgasmo a sus gemidos... no se si grité, si gemí, si ladré o si aullé al bosque... pero si que caí rendida, agotada, con la boca, el coño y el culo llenos de semen de mi Amo... de un Amo que me llevaba orgulloso de paseo...